NUESTRA RUPTURA: NUESTRA RESPONSABILIDAD

Una vez que alguien decide iniciar un proceso de ruptura entra en un mundo doloroso del que quiere salir cuanto antes. En numerosas ocasiones delega en terceras personas dicho proceso, pero esa no es la solución; los datos indican claramente que cuando una propuesta o solución nos hes impuesta hay un altísimo porcentaje de incumplimiento. Por ello hemos de ser responsables, y protagonistas, en el proceso; y en ello nos ayuda la Mediación Familiar.
Algunas de las ventajas de la Mediación Familiar son las siguientes:

• Al afrontar con madurez y responsabilidad la propia separación “reparamos” la sensación de fracaso personal que suele acompañarnos.
• Es efectiva: lo que se acuerda voluntariamente tiene un mayor grado de cumplimiento que lo que nos imponen.  
• Es flexible: los plazos, el ritmo y los temas a tratar se adaptan a las circunstancias
• Aporta soluciones personalizadas que se adaptan a la realidad de nuestra propia familia.
• Es rápida. El tiempo es muy importante. Eso  evita que la tensión en la que vive la pareja en esos primeros momentos acabe dañando irreversiblemente la relación entre ellos o con los hijos e hijas.
• Conserva las relaciones entre las partes. Los hijos e hijas son los primeros  beneficiados. Pueden seguir compartiendo con sus padres y madres los momentos importantes de su vida. En una mediación con éxito nadie pierde y por lo tanto no se generan los resentimientos hacia la otra parte que crea un pleito. 
• Ofrece al padre y la madre la oportunidad de tomar sus propias decisiones con respecto al porvenir de sus hijos e hijas, sin que nadie deba hacerlo en su lugar. El acuerdo que se busca es su acuerdo y la
  búsqueda se realiza por ambos progenitores de forma conjunta.
• Reduce el coste económico de un proceso contencioso.

Estas son algunas de las grandes ventajas, pero hay muchas mas.