La Mediación Familiar está siempre a disposición de cualquier persona que esté sufriendo un conflicto familiar. Se puede acudir en cualquier momento: antes de iniciar un proceso de divorcio, durante el proceso de separación e incluso después de un divorcio para poder modificar el Convenio Regulador.
El único requisito indispensable para acudir es tener voluntad para trabajar por el bien común, especialmente cuando hay menores a quienes afecta el conflicto en cuestión.
Aún así, la mejor recomendación es ponerte en contacto con el Servicio de Mediación y comentarle tu caso, seguro que te informarán de la mejor opción y forma de llevar a cabo la Mediación.
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